lunes, 13 de enero de 2014

LINCE IBÉRICO

El lince ibérico
El lince ibérico ha pasado de ser una especie próspera en nuestro país a estar en peligro de extinción: había más de 5000 ejemplares hace 50 años. En el año 2005 solo había 150 linces en todo el mundo (concentrados únicamente en Sierra Morena y Doñana, España). El año 2009 ha supuesto el primer repunte de este animal.
Es un animal de tamaño medio (80-110cm de longitud, 50-70cm de altura) y un peso de unos 12 kg para las hembras y 20 kg para los machos. Tiene las extremidades largas, pelaje moteado, cola corta (12cm) pies con cuatro dedos, garras retráctiles. Destacan sus grandes ojos verdosos, largas patillas a ambos lados de la cabeza y orejas puntiagudas terminadas en pinceles. Sobre  la función biológica que cumplen estos pinceles hay diversidad de opiniones: que sirven para incrementar su audición, que rompen la silueta del animal favoreciendo su mimetismo e incluso para espantar a los insectos, ya que carecen de una cola larga (que sí tienen otros felinos).
La capacidad visual del lince ibérico es ampliamente conocida, es muy habitual utilizar la expresión “tener vista de lince”. De hecho, su nombre común esta relacionado con un personaje de la mitología griega llamado linceo del que se decía que tenía una vista excepcional y era capaz de ver incluso a través de los objetos. El lince ibérico es capaz de distinguir a sus presas a grandes distancias. El biólogo alemán Lindeman comprobó a través de un experimento que los linces ibéricos son capaces de ver un ratón a 75 metros de distancia, un conejo a 300 metros y un corzo a 500 metros.                              

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